El diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar quedó políticamente afectado luego de que este martes la Cámara de Diputados respaldara a Cuauhtémoc Blanco frente a las acusaciones y la solicitud de desafuero. Ramírez Cuéllar apostó fuertemente contra el exgobernador de Morelos, pero su partido terminó asegurando los votos para protegerlo.
Esta situación no es nueva. Ramírez Cuéllar ha defendido políticas en nombre de Palacio Nacional y ha emprendido conflictos con otros actores de la 4T, como Pedro Haces y Ricardo Monreal, pero rara vez se encuentra en el bando ganador.
Dudas sobre su cercanía con Sheinbaum
Este patrón de derrotas ha generado dudas en San Lázaro sobre qué tan directa es su relación con la presidenta Claudia Sheinbaum. En privado, el diputado presume esta cercanía como su principal activo, tanto en reuniones legislativas como en sus visitas a los estados, aunque la desconfianza sobre su verdadero nivel de influencia sigue creciendo.
El martes, esto quedó aún más en evidencia cuando, según fuentes de la bancada morenista, nunca llegó la llamada de Presidencia para respaldar su postura contra Blanco. Durante el día hubo múltiples contactos con la cúpula, pero la instrucción de apoyar a Ramírez Cuéllar nunca apareció.
Un nuevo revés en la discusión sobre el fuero
Este episodio cobra relevancia ante la posibilidad de que se instale una discusión sobre la eliminación del fuero para legisladores, un tema que podría convertirse en la próxima batalla perdida de Ramírez Cuéllar. Aunque su retórica es consistente, rara vez encuentra eco en las decisiones finales.
Además, el caso de Cuauhtémoc Blanco reavivó las especulaciones sobre la influencia del expresidente Andrés Manuel López Obrador. En círculos de Morena se reconoce que el ingreso del exfutbolista a la política tuvo su origen en la familia presidencial.
El dilema de abandonar a Blanco no radica únicamente en las denuncias por presunta violencia de género, sino en el riesgo de abrir la puerta a revelaciones más comprometedoras, como sus vínculos con figuras del crimen organizado, evidenciados en fotografías tomadas durante su mandato. Una vez más, relaciones que podrían ser una debilidad se convierten en fortalezas dentro de la compleja red de alianzas políticas en Morena.